Tigre de Tasmania
En sus orígenes se podía encontrar también en Australia y Papua Nueva Guinea, pero poco a poco fue desapareciendo de Australia y sólo se encontraba en Tasmania. En tan solo 60 años el hombre extermino toda la población de tigres de tasmania.
Las causas de su exterminio fueron la caza, su captura para zoológicos, la introducción de especies no autóctonas (como el Dingo en Australia y el perro salvaje en Nueva Guinea) y principalmente la persecución realizada por los agricultores culpándoles de atacar a sus ovejas.
El último tigre de Tasmania fue capturado en 1933 y llevado al Parque Zoológico de Hobart en Tasmania. Murió tres años mas tarde. Ahora un grupo de científicos aseguran poder “revivir” la especie gracias a una muestra bien conservada de ADN.
Este podría considerase uno de los experimentos más ambiciosos relacionados con la clonación: traer a la vida especies desaparecidas hace años pero al mismo tiempo surgen muchas preguntas:¿Por que razón “resucita” al tigre de Tasmania, si hasta hace muy poco tiempo se le quería exterminar? ¿Cuales son los objetivos finales de este experimento? ¿Repoblar los circos? Si el proyecto tiene éxito (se piensa finalizar en el 2010), podrían repetir el experimento con otros animales extinguidos.
Para llevar a cabo su experimento Científicos del Museo Australiano de Sydney lograron superar uno de los principales obstáculos para "revivir" esta especie: replegar genes individuales del tigre de Tasmania usando un proceso conocido como PCR (reacción en cadena de la polimerasa).
El proyecto comenzó en 1999 cuando los investigadores encontraron un embrión de tigre de tasmania en un bote “perdido” en los depósitos del museo. El espécimen ahí encontrado estaba conservado en etanol, y por esta razón su ADN se conservo intacto.
A partir de las muestras de ADN, los científicos crearón una biblioteca genética de la especie. Por ultimo reprodujeron los genes individuales que permitieron crear millones de copias puras de ADN en perfectas condiciones, que podrían generar una célula viva. "Hemos avanzado más que ningún otro proyecto que haya intentado algo similar usando ADN de un ser extinguido", dijo Mike Archer, director del Museo de Australia, en rueda de prensa.
Dodo
En la revista Nature, una muy prestigiosa publicación científica, publicaron un estudio hecho por un grupo de científicos dirigidos por Anthony Barnosky, de la universidad de California, donde se asegura que el planeta Tierra está acercándose a su 6º extinción masiva de especies.
En los últimos 540 millones de años, el planeta ha sufrido 5 extinciones masivas. Una ‘extinción masiva’ es un suceso en el que desaparecen un 75% o más de las especies que habitan el globo. Actualmente, en la tierra habitan unas 5570 especies de mamíferos, de las cuales desaparece 1 especie cada seis años.
Este índice es mucho más grande que el histórico. Según los paleobiólogos que hicieron el estudio, en esta era, han desaparecido menos de dos especies cada millón de años. Por el contrario, han ido apareciendo especies con los años, pero en los últimos 500, por lo menos 80 mamíferos han desaparecido para siempre del planeta.
Si la curva se mantiene, la extinción de los mamíferos debería demorarse no menos de 2200 años. Pero, advierte Barnosky, si el proceso se sigue acelerando con el calentamiento global, el CO2 en la atmósfera, las enfermedades, la fragmentación de los hábitats, el proceso podría tomar sólo 3 siglos.
La parte buena, es que todavía hay algo que hacer. Sólo se han extinguido el 1 ó 2% de las especies del planeta, y si se enfocan las leyes y las energías a proteger la biodiversidad planetaria, podremos mantener esa enorme cantidad de especies que habitan el planeta. Los esfuerzos deben centrarse en cuidar a las especies en peligro crítico, en peligro y en vulnerabilidad. El problema es que hay que cuidarlas de verdad, es decir, no sirve de nada retrasar su extinción en cien o mil años, pues, si desaparecen, habrá llegado la sexta extinción masiva.
La foca monje del caribe
La foca monje del Caribe (Monachus tropicalis) era un mamífero caribeño que se extinguió en el siglo XX. Habitaba en el mar Caribe desde las aguas tropicales de Florida a las zonas costeras de Texas, Grandes y Pequeñas Antillas y la península de Yucatán. Los relatos de avistamientos ocurren esporádicamente, pero varios intentos de encontrar al animal no dieron resultado.Se la considera extinta desde 1952..
La foca monje del Caribe (Monachus tropicalis) es una especie extinta demamífero pinnípedo de la familia de los fócidos. Propia del mar Caribe, se extinguió en el siglo XX. Habitaba desde las aguas tropicales de Florida a las zonas costeras de Texas,Grandes Antillas (República Dominicana, Haití, Jamaica, Bahamas, Cuba y Puerto Rico) y Pequeñas Antillas(Barbados, Dominica y Guadalupe, al sureste de la República Dominicana y la península de Yucatán). Los relatos de avistamientos ocurren esporádicamente, pero varios intentos de encontrar al animal no dieron resultado. Su extinción fue declarada oficialmente en 2008.
La foca monje del Caribe (Monachus tropicalis) es una especie extinta demamífero pinnípedo de la familia de los fócidos. Propia del mar Caribe, se extinguió en el siglo XX. Habitaba desde las aguas tropicales de Florida a las zonas costeras de Texas,Grandes Antillas (República Dominicana, Haití, Jamaica, Bahamas, Cuba y Puerto Rico) y Pequeñas Antillas(Barbados, Dominica y Guadalupe, al sureste de la República Dominicana y la península de Yucatán). Los relatos de avistamientos ocurren esporádicamente, pero varios intentos de encontrar al animal no dieron resultado. Su extinción fue declarada oficialmente en 2008.
Características
La foca monje del Caribe medía entre 2,20 y 2,40 metros de longitud y pesaba unos 130 kg. Su pelaje era castaño en todo el cuerpo menos en la barriga que era blanco amarillento.
Las crías nacían totalmente negras. Las hembras tenían cuatro glándulas mamarias, en vez de dos como el resto de focas. Los hábitos de reproducción de esta especie son desconocidos, lo único que se sabe es que daban a luz a una cría en torno al mes de diciembre.
Estos animales se alimentaban de peces, cefalópodos y crustáceos y eran muy activos, sobre todo desde el amanecer al crepúsculo. Sus únicos depredadores eran los tiburonescaribeños y, más tarde, el hombre.
La foca monje del Caribe medía entre 2,20 y 2,40 metros de longitud y pesaba unos 130 kg. Su pelaje era castaño en todo el cuerpo menos en la barriga que era blanco amarillento.
Las crías nacían totalmente negras. Las hembras tenían cuatro glándulas mamarias, en vez de dos como el resto de focas. Los hábitos de reproducción de esta especie son desconocidos, lo único que se sabe es que daban a luz a una cría en torno al mes de diciembre.
Estos animales se alimentaban de peces, cefalópodos y crustáceos y eran muy activos, sobre todo desde el amanecer al crepúsculo. Sus únicos depredadores eran los tiburonescaribeños y, más tarde, el hombre.
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